Lunas

Por fin una docena de pinturas. Los trozos de papel, el pigmento, la cera y el agua se mezclaban sin casi querer, pero añorados por un deseo intermitente y a la vez poderoso, proyectando nuevos hallazgos, nuevas fronteras y sensaciones de profundidad esclava...
Aletargado por rayos de nostalgia, que no deberían estar ahí, leya un pedazo de El viento de la Luna de Antonio Muñoz Molina. El dia que se pisó la luna yo mantenía ocho años y en la escuela se instaló un precario televisor portatil del Sr Mario.... Con la vez de Hermida nos adentramos en la posmodernidad para siempre, sin billete de regreso. Las precarias imágenes de un hombre blanco muy gordo y entubado, con gran escafranda que colocaba banderas y trastos en una superficie de harina. El blanco y negro no dejaba apenas escalas de grises... Se sucedían los asombros, la algarabía, el silencio con el rezumar de nuevos anhelos, un devenir aún entre el refugio de lo estable, de lo familiar... Pero muy pronto se avanzarían los nuevos vientos, la libertad, el ocaso de los dioses...
He mojado más pinceles con más agua y pigmentos, los dedos se untan de instant para mayores de tres años. Suelto todo y deseo.


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