Suspendidos

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Ha fallecido Jules Olitski y leo una frase suya que ilustraría lo que, sin grandes alardes intelectuales, puede definir lo que es un cuadro y su pintura, la pintura en general:
"Mis cuadros son colores rociados en el aire y suspendidos ahí..."

En el momento que colgamos el cuadro, incluso antes, los colores permanecen suspendidos, en algunos casos ahorcados si no se han inventado con sinceridad y libertad. Lo bueno y lo malo de estar-permancer suspendidos es que desde allí, los colores se entristecen un día, se rien en otros, de nuestras miserias, de nuestra sin razón que aniquila ventanas de creación sincera, dirigiéndose cínicamente hacía lo fácil, lo eminentemente visual para razonar pobremente sin libertad, labrando entre la ausencia radical de procesos de corazón o de estómago, sólo ensalzar cerebros, mentes sin vida, ojos sin latigazos críticos, proyectos sin ilusión, sin Luz...


Arcos

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Diría que empezó la primera Arco en Madrid cuando yo estaba en Valladolid, 82, vestido de militar por obligación, pero no pude ir a pesar de la relativa corta distancia entre las dos ciudades... Me dije que en próximos años asistiría pero a pesar de que visité, durante aquel mismo año bonito, al recién estrenado lugar donde se expuso el Guernika de Picasso, no volví a Madrid. Hubiera sido la cuarta vez, pero ni para ver Arco he vuelto, todavía... Siempre ha sido para mí un motivo de desasosiego o de futura emoción para compartir o, cuando menos, vivir. Seguramente no por nada especial, pues con los años he ido tomando buena medida de lo que son las ferias , bienales y demás encuentros (o desencuentros) entre el que crea, el intermediario, el comprador y el espectador... Y en resumen puedo proclamar que son eso: Escaparates para mostrar a grandes focos pero a la vez también actúan como muestra de la decadencia del mismo arte que se pretende fabricar con trascendencia (y promocionar sin entender).
Y en eso está Arco también, este año invitando a COREA. Sin anotar, aparentemente, ni Norte ni Sur, o quizás las dos, tengo aún que ver y leer medios... Lo curioso y criticable es, por hartazgo, que pongas Corea, Austria, Italia, Andorra o Lepe como invitado: El resultado, los resultados, de sus artes y artistas son totalmente indiferentes de donde sean, residan, nazcan se desarrollen o mueran... Casi siempre existe la misma apatía, igualdad de procesos e incluso resultados:
Cabezas de cerdos en una mesa; Extrañas e inútiles ordenaciones de cosas; Otro animal (caballo, burro o camello, no importa...) entre velas alargadas; Cientos de pequeños objetos entre azulejos, videos y más videos (ó DVD's) que muestren escenas absurdas, discordantes, monótonas (cuando más monótonas mejores, o no, y especialmente de NO-LUGARES !!!); Esqueletos de lo que sea (cuando más grandes y reales mejor) colgados en interiores cerrados o al aire libre; Soportes, materiales, efectos de un solo coloro de miles con centenares de cosas absurdas o pretendidamente coherentes (socio-políticas mayormente),, etc, etc... Siempre la misma canción de nuestro querido arte contemporáneo. La cuestión es repetirse. Nos repetimos, nos repetimos en la misma salsa mayonesa o tártara (o coreana) para encontrar la misería o lo que es peor: LA NADA, la simple Nada...
Excepcion (pero no de ahora mismo): Me quedaría, como metáfora o pequeña rebelión) con una reciente visión de un documental dedicado al gran Santiago Sierra dónde en la misma COREA que ahora se invita en Arco(pero no sé a cual de las dos o a las dos unidas o a una sólo, que le vamos a hacer...) se las ingenió para colarles un proyecto-denuncia, como siempre sus proyectos, donde sólo había que ordenar a unos soldados que sacaran tierra de una zanja (o trinchera) para llenar con la misma tierra a otra y cuando esta estuviera llena, lo mismo hacia la primera de al lado mismo... De esta forma gráfica y repetitiva, increíble y fácilmente, denunciaba a los ejércitos y guerras y a la absurdidad de sus pretendidas necesidades... La búsqueda y el resultado del absurdo. Y lo mismo pasa en Corea, en la mayoría de paises, en la política, en las finanzas, en el arte y en Arco y en...




Mercantilismos

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Poco después de entregar a Helena hoy, con satisfacción y orgullo de creador poco o nulo "mercantilista" unas pinturas sobre papel y dando por hecho de este escaso mercantilismo en cuanto a la casi totalidad de mi obra, en todas mis épocas en general, he dado bastantes vueltas mentales a encontrar un posible porqué a esta escasez o casi nulidad de enderezar algún marketing alrededor de mis obras...
Ha sido una constante no creer, reconociendo siempre que al trabajar desde muy joven no he tenido que vivir del arte y/o de sus abrevaderos, que podía desarrollar una economía en mis exposiciones, mercados, relaciones y en los últimos años mi introducción en Internet. No, de hecho siempre he estado (mal) convencido de que soy un proletario, también del arte, pero más del "oficio" que me da de comer y a pesar que "cumplo" dentro de un mundo "financiero", precisamente también he escorado para creer en un diseño de mercadeo para mi obra y la consecuente, y necesaria, salida de los cuadros. Como decía Nonell, creo, yo pinto y basta... Esta definición, sino fuera otro mi sustento, me condenaría a pasarlas canutas para vivir, pues no creo vendiera tampoco bien mi obra. Ello podría facilitar mal venderla cuando ocasión hubiese o rebajar pretenciones, pero me es soberanamente igual. Eso sí: Voy cumpliendo y desarrollando grandes, grandísimas. cuotas de libertad creativa, no se si como consuelo de tonto, pero es lo que hay, lo que me he buscado o encontrado...
Lo más importante es el amor. Lo demuestran, muy tarde o muy temprano según se mire, el encuentro de unos esqueletos del Neolítico encontrados recientemente en Italia, donde yacen abrazados (y enamorados se supone) desde la friolera de 5 ó 6 mil años...